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domingo, septiembre 04, 2022

MEDICINA MODERNA OCCIDENTAL Y MEDICINA TRADICIONAL CHINA





 Escrito por Luis Roca Jusmet



 La medicina es un conjunto de prácticas con eficacia curativa que se justifican a través de un determinado discurso. La medicina es históricamente una práctica social necesaria que se ha desarrollado de manera empírica y que a partir de esta experiencia ha ido elaborando un discurso teórico más o menos estructurado para fundamentarla.. Es una construcción social que está relacionada con otras muchas prácticas sociales y que por ello no es independiente de ellas.
Actualmente domina la Medicina moderna occidental, que aunque tiene un carácter hegemónico coexiste con otras prácticas médicas. La M M. O. surge a partir de la revolución científica que se da en Europa en el S.XVII-XVIII y con el dominio del sistema capitalista que se inicia en esta época. En una segunda etapa se corresponde con lo que se llama el capitalismo globalizador, que se inició con el siglo XX y se vuelve a desarrollar ahora a comienzos del siglo XXI. La victoria teórica de un cierto mecanicismo y la matematización introducida por Galileo y por Descartes en el siglo XVII, que se consolidará por Newton en el siglo XVIII. De la matematización ha surgido el dominio de la estadística y de la cuantificación. El triunfo de la mirada anatómica de Bichat ( S.XVIII-XIX ) implica la comprensión de los tejidos del cuerpo como la base para la fisiología y la patología. Para entender la enfermedad no hace falta un planteamiento global del enfermo sino un estudio individual de cada tejido. El cuerpo se descompone así en pieza y mecanismos que pueden se estudiados aisladamente. La formulación del paradigma cientifista de la Medicina  moderna con Claude Bernard ( S.XIX) supone la constitución de la Medicina experimental: la medicina tenía que tener una base científica basada en el trabajo en el laboratorio y en el hospital. El entusiasmo despertado por la teoría de la enfermedad como infección a partir de las investigaciones de Pasteur ( Francia) y Koch ( Alemania) durante la segunda mitad dels siglo XIX. Es la concepción de La enfermedad entendida desde la teoría microbiana de los gérmenes como agresores externos. Pero la consecuencia no deriva en un interés por la inmunología como teoría sobre las defensas naturales sino que es capitalizado por las empresas farmacéuticas para promocionar las vacunas y los antibióticos. Los efectos negativos de los fármacos, vistos en su totalidad, son importantes, ya que la iatrogenia se convierte en una causa importante de enfermedad. Hay una pérdida de la subjetividad del enfermo : sólo hay enfermedades objetivas que se concretan en individuos.
Creo que aquí tendríamos que entrar en la noción de paradigma para ver en que se fundamentan las dos medicinas.
A partir de sacaremos la consecuencias de si son compatibles o incompatibles. La noción de paradigma la formula un historiador de la ciencia, Thomas S. Khun, el año 1962 y la define como “Una realización científica universalmente reconocida que, durante cierto tiempo, proporciona modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica. Se sitúa siempre en un contexto histórico y determina los criterios de clasificación, de las posibilidades y de las limitaciones de un campo de saber.” Siete años más tarde escribe formula una nueva definición de paradigma como “una matriz disciplinal que incluye unas generalizaciones simbólicas (principios teóricos), unas partes metafísicas (analogías, modelos implícitos, metáforas), unos valores y unos ejemplos compartidos. Esto quiere decir que en toda ciencia hay mezclados aspectos descriptivos y normativos, y por lo tanto siempre interpreta los hechos, nunca los muestra como un espejo. Señala también la inconmensurabilidad de los diferentes paradigmas, ya que parten de planteamientos básicos radicalmente diferentes. Cualquier intento de traducción es, por tanto, fallido. Pero que sean inconmensurables no quiere decir que no puedan compararse. Aunque el significado de enfermedad sea diferente para un para un médico cientificista y para un médico tradicional chino, hay un referente común, ya que los dos piensan y hablan sobre el mismo proceso que le está pasando a una persona. Utilizaré también la noción de modelo, tal como la presenta el antropólogo François Faplantine, en un estudio etnológico muy riguroso que publicó en Francia el año 1981 sobre los sistemas de representaciones etiológicas y terapéuticas en la sociedad occidental contemporánea. Faplantine define el modelo como una construcción teórica que interpreta (de manera consciente o no-consciente, implícita o explícita) la enfermedad y la curación. El término modelo es más restringido que el de paradigma, por lo que consideraré que el segundo tiene un sentido más amplio que el primero.
Se trata por tanto de comparar los paradigmas y modelos dejando claro que dos modelos diferentes son sólo relativamente contradictorios si comparten un paradigma común que posibilita un lenguaje común. Pero si los paradigmas son diferentes entonces son absolutamente contradictorios, por lo menos a nivel teórico, ya que no hay un lenguaje común y por lo tanto son inconmensurables. El paradigma de la medicina cientificista se basa en una antropología materialista-mecanicista, un método hipotético-deductivo y analítico, un modelo ontológico y negativo de la enfermedad y un modelo de intervención alopático. El modelo de la causa de la enfermedad es a la vez endógeno (causa interna) y exógeno (causa externa), pero sobre una misma concepción; la patología está provocada por una lesión orgánica o un mal funcionamiento de un mecanismo (que puede deberse a una deficiencia genética o accidental ) o a una agresión externa (biológica, química o física) La enfermedad es una entidad que existe como tal, es maléfica y debe ser combatida por todos los medios, a nivel de causas si es posible y sino a nivel de síntomas.
 La M.T.C. tiene un carácter milenario, responde a una cultura y a una lengua radicalmente diferentes. Hay aquí una diferencia de vocabulario que tiene implicaciones conceptuales. La antropología que está en la base de la medicina china no es dualista pero tampoco monista en el sentido de la ciencia actual. No es espiritualista pero tampoco materialista, el hombre es visto como una unidad de shen ( lo mental) , jing (lo material) y el qi (principio vital). Es totalmente vitalista y no una mezcla vitalista-mecanicista. No hay una ontología de la enfermedad, es relacional porque la enfermedad se ve con un desequilibrio, por lo que hay enfermos y no enfermedades. El método es empírico e inductivo. El modelo causal puede ser endógeno (un desequilibrio interno) o exógeno (provocado por la alimentación o las energías perturbadoras: calor, frío, humedad, sequedad...).
 Si comparamos los dos paradigmas hay tres opciones posibles a considerar. Una es que son paradigmas incompatibles y por tanto inconmensurables. Hacerlos compatibles a nivel práctico se puede hacer desde varias opciones. Una sería la teoría ficcionalista, que plantea que cualquier teoría es un modelo convencional que no se corresponde con la realidad pero que tiene que valorarse por sus resultados empíricos. Es una teoría relativista que niega la posibilidad de llegar a la verdad, por lo cual los tres serían tres ficciones aceptables si funcionan. Otra opción es reducir una práctica médica al discurso de la otra. A nivel práctico se puede combinar pero siempre trabajando con paradigmas diferentes que, para hacerlos compatibles, tienen que considerarse parciales, incompletos (sin llegar a la teoría ficcionalista). Queda abierto el diálogo y la posibilidad de buscar un paradigma integrador pero seguramente es más probable que todas estas medicinas puedan resultar compatibles por la vía de la aceptación de su carácter parcial y, por tanto, incompleto. La referencia será que el paradigma científico abierto, entendido como integración de lo racional y lo empírico debe recoger la aportación de la M.T.C., pero desde una concepción mucho más amplia que la que se mantiene desde la ideología tecnocientífica..


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